BOLÍVAR “FUERTE” Y SOCIALISMO DEVALUADO

A principios del 2009 Hugo Chávez, en declaraciones a CNN, indicó que no había necesidad de realizar una devaluación del bolívar porque las condiciones eran ideales en la economía venezolana; sin embargo al parecer esas condiciones cambiaron súbitamente en menos de un año.

El viernes 08 de enero de 2010, será recordado por millones de venezolanos como un viernes negro para la economía de su país, pues el gobierno decidió devaluar en 60% su moneda en relación al dólar. Es así que el tipo de cambio oficial pasó de 2,15 Bs/$ a 4,3 Bs/S para el llamado “Dólar Petrolero” y un tipo de cambio preferencial de 2,6 Bs/$ para artículos de primera necesidad. Mientras que el dólar en el mercado paralelo informal llegó a casi 7 Bs/$. Ahora en Venezuela, los que tienen dólares son el doble de ricos (aunque no puedan disponer libremente de ellos), y los que tienen bolívares vieron recortado a la mitad el valor de su dinero.

El tipo de cambio de 4,3 Bs/$ es para artículos considerados de lujo por las autoridades chavistas (zapatos, ropa, televisores, computadoras, celulares, automóviles, etc.). Así, el propio Ministro de Planificación Jorge Giordani, señala que “los bienes que son innecesarios se pondrán más caros”.

Es por esta razón, que miles de venezolanos alertados por una inminente subida de los precios de los productos, abarrotaron los centros comerciales especialmente las tiendas de electrodomésticos, haciendo largas colas para comprar, televisores, equipos de sonido, computadoras, etc. Ante esto, a Chávez no se le ocurrió mejor idea que mandar a los militares a las calles para impedir el alza de los precios tras la devaluación de su “Bolívar Fuerte”.


El año 2003, el líder bolivariano optó por fijar un tipo de cambio oficial y para ello creo la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), la que también fija la cantidad de dólares que cada persona puede cambiar para las actividades que deben ser efectuadas fuera del país, como viajes, compras por Internet o cualquier tipo de importación. Por ejemplo, para viajar al extranjero cada venezolano dispone de 2.500 dólares anuales en su tarjeta de crédito que la CADAVI debe autorizar tras un complicado proceso burocrático. Y si se requiere dólares en efectivo, la cantidad permitida es de 400 dólares americanos anuales. Esta situación hace que los ciudadanos que tengan la necesidad de adquirir mayor cantidad de dólares se ven obligados a hacerlo en el mercado informal.

En la Venezuela chavista el mercado informal o paralelo de venta de dólares es prácticamente un mercado negro del que está casi prohibido hablar, en el que el tipo de cambio está severamente inflado en relación a la tasa de cambio oficial, esto debido a que se rige por la oferta y la demanda.

Otro de los ministros chavistas que hace pocos meses descartaba la posible devaluación del “Bolívar Fuerte” es el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, quien en octubre señalaba “son especulaciones los posibles cambios en la política cambiaria”.

El propio Chávez en setiembre de 2008 dijo que la economía venezolana estaba blindada ante el embate de la crisis económica capitalista; con la soberbia que lo caracteriza  expresó “yo no estoy preocupado por Venezuela, pero sí lo estoy por el mundo”.

Pero para los ministros chavistas la devaluación tiene su lado positivo. Jorge Giordani ha dicho que una de las grandes ventajas de esta situación es que se fomenta el turismo de extranjeros hacia el país, “ahora va a ser facilitado porque la gente de afuera va a tener una relación de cambio mucho mejor“. Explicó que, si una persona tiene euros o dólares, “ahora le dan más bolívares y se le abarata la situación interna”.

La inflación venezolana es una de las más altas del mundo con 28% en el 2009. Ocupa el segundo lugar en el ranking del Fondo Monetario Internacional, y en comparación con sus pares sudamericanos, la diferencia es abismal según podemos observar en el siguiente gráfico:

Desde que Chávez llegó al poder con su “revolución bolivariana” la actividad económica de Venezuela ha caído 30%, con una economía basada principalmente en el petróleo está supeditada a las variaciones del precio del mismo. Mientras el precio del crudo estaba por los cielos llegando a más de 140 dólares el barril, Chávez se dedicó a promocionar su Socialismo del Siglo XXI repartiendo petrodólares entre los países de la ALBA, gastando millones en armamentos, etc.; pero ahora con el precio del petróleo a menos de 80 dólares por barril la economía venezolana se tambalea y con ella la popularidad de su presidente en un año de elecciones legislativas, por lo que algunos economistas señalan que está es una maniobra que le permitirá al gobierno tener más dinero para gastarlo en su campaña, sin importarle que eso produzca un aumento aún mayor en la ya abultada inflación venezolana.

El descontento de la población aumenta con cada nueva medida restrictiva tomada por el gobierno. Es difícil encontrar artículos de primera necesidad como carne, leche, azúcar, café; además, se producen cortes de electricidad debido al racionamiento energético impuesto en toda la nación venezolana, país que irónicamente posee una de las mayores reservas mundiales de hidrocarburos, pero que sin embargo su presidente prefiere regalar petróleo a los hermanos Castro en Cuba o financiar la reelección de Evo en Bolivia, antes que emplearlo para satisfacer las necesidades de su propio país.

Hasta el año 2008, Venezuela había entregado cerca de 32 000 millones de dólares a los países de la ALBA, a través de donaciones, préstamos y financiamiento de diversos proyectos. Así el ranking de los países financiados con petrodólares venezolanos es el siguiente:

Colaboración venezolana a los países de la ALBA

Todo esto sin contar las los millones que ha gastado para financiar a candidatos afines a su ideología en Nicaragua, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y algunos estados caribeños; así como la compra a Argentina de bonos de deuda por más de 5 mil de millones de dólares.

Para aplacar en algo el descontento del pueblo venezolano ante las recientes medidas que afectan la economía familiar, Hugo Chávez anunció el incremento del salario mínimo convirtiéndolo, según Chávez,  en el más alto de Sudamérica; afirmación no del todo cierta, pues según un estudio de la Universidad de Belgrano de Argentina el salario mínimo en Venezuela en relación a su poder adquisitivo ocupa el quinto lugar en la región:

Para terminar, tenemos la última medidas populista de Chávez: el anuncio de expropiación a la cadena de Hipermercados “Éxito”, debido a que cambió los precios de sus productos tras el anuncio de la devaluación del Bolívar “fuerte”, algo que está penado por la legislación chavista. Y este al parecer será camino que seguirán el resto de supermercados y comercios privados, con el objetivo que todos pasen a formar parte de la recién creada Corporación de Mercados Socialistas (COMERSO) que abarca desde restaurantes hasta concesionarios de vehículos, un golpe más a la ya amoratada inversión privada en Venezuela.

Una respuesta

  1. El socialismo no sirve, si el mundo hubiera sido socialista todos tuvieramos trabajo, les parece bueno, pero sin el capitalismo y con un mundo socialista, no hubiera existido la revolución industrial, ya que eso va en contra de que tengamos trabajo todos, por tanto las maquinas industriales no hubieran sidos montadas, sin la revolución las textileras, las enlatodras de embutidos fueran manuales, no hubiera necesidad del petroleo, por que no se hubiera ensamblado carros como existe hoy, la mayoria estariamos en carretas, tirados con caballos.

    Las computadores y la electronica no hubieran llegado, ya que eso necesito capital y necesidad de lucro, estariamos como 200 o 300 años en la antiguedad.

    El 90% de los inventos y fabricas se hicieron para lucrar, por tanto ahora en socialismo todos estariamos en un campo ordeñando vacas.

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